La operatividad de estos pozos se suspendió cuando el embalse recuperó sus niveles, y desde entonces, solo algunos han funcionado durante las épocas de calor, permaneciendo la mayoría fuera de servicio.

Desafíos operativos

A pesar de la rápida ejecución de las perforaciones, la puesta en funcionamiento ha enfrentado varios obstáculos. Las bombas no siempre estuvieron disponibles, las reparaciones eran lentas y el vandalismo era frecuente. Además, la Cooperativa de Luz y Fuerza de Cabildo, encargada de suministrar electricidad, no siempre tuvo la capacidad necesaria.

Actualmente, solo siete de los 31 pozos están operativos, lo que ha llevado a ABSA a contratar obras de adecuación. Las licitaciones, realizadas entre el 24 y 28 de junio, incluyen la rehabilitación de la línea de media tensión, provisión de material eléctrico, mangueras, bombas, transformadores y válvulas, con presupuestos específicos asignados a cada tarea.

Importancia del agua subterránea

El agua subterránea es crucial para el abastecimiento humano debido a su volumen, calidad y disponibilidad. En Argentina, las reservas subterráneas alcanzan 1,5 millones de hectómetros cúbicos, equivalentes a 21 mil embalses como el de Paso de las Piedras.

En Bahía Blanca, existen tres acuíferos: los surgentes a 750 metros de profundidad, los intermedios a 200 metros, y los freáticos entre 2,5 y 10 metros de profundidad. Los pozos del Bajo San José están cerca de dos acueductos que llevan el agua a la planta de Grünbein para su potabilización.

Detalles técnicos y distribución del agua

Cada pozo tiene un diámetro de 20 centímetros con una cañería de acero inoxidable y una bomba instalada a 30 metros de profundidad. Además, se ha construido una cisterna de 27 metros de diámetro y 5,50 de altura, con capacidad para 3 millones de litros de agua, para almacenar el líquido extraído.

Según datos de ABSA, en 2022, Bahía Blanca recibió 14.900 m3/h de agua, con un 80 por ciento proveniente del Dique Paso de las Piedras. El resto proviene de diversas tomas en el arroyo Napostá, el río Sauce Grande y los pozos del Bajo San José. Del total, el 70 por ciento se destina a uso residencial y el resto a uso industrial.