Nuevas medidas para el estacionamiento pago en busca de un tránsito más fluido
Tras meses de debate, el Concejo Deliberante ha dado luz verde a una ordenanza que busca mejorar el flujo del tránsito vehicular mediante la reducción de horarios para el estacionamiento medido y pago en la ciudad. Esta iniciativa, que pretende ser parte de un plan integral y dinámico, se aplicará a partir de cambios en el horario en el cual se requiere abonar por ocupar los espacios de estacionamiento regulado.
A partir de ahora, el estacionamiento pago comenzará desde las 18 horas en lugar de las 20, afectando a un total de 210 manzanas en las zonas de micro y macrocentro. Esta medida busca incentivar a la población a acercarse al centro comercial en horarios más tempranos, con la esperanza de favorecer al sector y dinamizar la economía local. Sin embargo, cabe señalar que un alto porcentaje de los boxes disponibles ya se encuentran ocupados durante gran parte del día.
El área destinada al estacionamiento pago ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, abarcando ahora una extensa zona que se extiende desde Salta-Juan Molina hasta Brandsen-Undiano, entre Avenida Urquiza y Avenida Napostá, y Thompson-Terrada. Esta expansión ha llevado a que prácticamente toda el área urbana quede monetizada por el esquema de parquímetros. Una consecuencia curiosa es la transformación de algunas cuadras situadas fuera de este cuadrante en lo que se ha denominado "cuadras dormitorios", donde el estacionamiento es gratuito.
Asimismo, se han detectado decenas de terrenos baldíos que se han convertido en improvisadas playas de estacionamiento, ofreciendo estacionamiento sin costo y sin supervisión municipal. Esta situación, además de afectar la recaudación por el estacionamiento regulado, puede generar problemas de congestión y ordenamiento en el tránsito.
El desafío del ordenamiento territorial en materia vehicular continúa siendo una tarea pendiente. Algunas calles que se planificaron como "vías rápidas", destinadas a un flujo ágil de vehículos, han visto reducido su ancho de circulación al combinar una franja de ciclovías con otra de estacionamiento. Esta situación plantea desafíos en la planificación urbana y requiere una revisión constante para encontrar el equilibrio adecuado.
En definitiva, el tema del tránsito, estacionamiento, semáforos y ciclovías demanda una atención constante y una revisión continua. La ciudad, diseñada en 1828, se enfrenta hoy a un parque automotor en constante crecimiento y expansión. Es necesario encontrar soluciones creativas y flexibles para adaptarse a los cambios y necesidades de una ciudad en constante evolución. La colaboración entre las autoridades municipales y la ciudadanía es clave para lograr un tránsito más fluido y una convivencia armónica entre peatones, ciclistas y conductores.
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